A veces, las mujeres hacemos lo que sea por tener a nuestro hombre porque pensamos que como él no hay otro, que es el mejor y que aguanta todo. Pero, a veces, nos equivocamos. Somos nosotras las que aguantamos sus enfados, sus caprichos, sus prohibiciones, pero a nuestros ojos lo vemos todo al revés.¿Por qué? Porque el amor nos ciega, no nos deja ver lo que hay detrás de esa sonrisa, de esos abrazos, que, quizás, un día nos hagan daño.¡En el amor no vale todo! Andrea da Silva.